El cuidado facial implica una rutina de limpieza, hidratación y protección de la piel del rostro. Incluye pasos como limpiar suavemente la piel para eliminar impurezas y maquillaje, aplicar productos hidratantes para mantener la piel suave y saludable, y protegerla del sol con protector solar para prevenir el daño causado por los rayos UV. Una rutina de cuidado facial regular puede ayudar a mantener la piel fresca, equilibrada y con un aspecto radiante.